Todos los hemos visto el hombre o la mujer de aspecto distinguido con una complexión perfecta, postura erguida y movimientos ágiles. Sin que nadie nos lo diga, asumimos que esa persona es un atleta. Luego está la otra persona, todavía famosa, pero con el abdomen abultado, los hombros encorvados y la marcha imperfecta. También es un atleta, sin embargo su cuerpo muestra mayores signos de envejecimiento debido a un ejercicio inadecuado o a una enfermedad.

Algunos atletas son capaces de seguir siendo competitivos hasta bien entrados los 50 años, sin embargo para ellos, el riesgo de lesiones es siempre inminente. A medida que envejecemos, el desgaste comienza a afectar a nuestros cuerpos. Nuestros músculos se vuelven menos elásticos, nuestras articulaciones menos flexibles, nuestros tiempos de reacción menos precisos. Es cierto que el ejercicio retarda el proceso de envejecimiento, sin embargo, un entrenamiento muy vigoroso puede exponer al atleta mayor al riesgo de lesiones por uso excesivo.

La persona del segundo ejemplo anterior podría ser un ex atleta, alguien que fue muy activo en sus años más jóvenes, pero que ahora ha disminuido su velocidad y su cuerpo está mostrando signos de desacondicionamiento. Este atleta puede sufrir de condiciones degenerativas como tendinitis, bursitis y artritis. Estas dolorosas enfermedades pueden disuadir aún más al atleta de reanudar su anterior estilo de vida activo.

Para poder mantenerse activo y disfrutar de los beneficios que el ejercicio trae consigo, incluso en los últimos años, es necesario seguir moviéndose. Como su fisioterapeuta, podemos diseñar un programa que se adapte a cualquier nivel de aptitud física o condición. No tiene que abandonar la actividad física por más tiempo a causa del dolor o la rigidez de las articulaciones. El entrenamiento con pesas no sólo fortalece los músculos, sino también los huesos. Los ejercicios de estiramiento aumentarán su flexibilidad y evitarán las lesiones por uso excesivo. La terapia acuática, el yoga y el tai chi pueden hacer maravillas para el atleta que envejece y que necesita reducir la actividad mientras se mantiene en forma.

Otra acción que puede tomar es cambiar de actividad por un tiempo para permitir que sus articulaciones descansen y se recuperen. Por ejemplo, si usted solía correr, puede cambiar a la bicicleta, la natación o la caminata. Estas actividades proporcionan el entrenamiento aeróbico que usted necesita para el acondicionamiento cardiovascular, tan importante para el atleta que envejece. Si su cuerpo está comenzando a mostrar los signos del envejecimiento y le preocupa que sus días de deporte activo puedan haber terminado, entre y hable con nosotros. Estamos aquí para ayudarle.